Del movimiento de la Luna alrededor de la Tierra provienen 2 unidades de tiempo muy familiares para nosotros: la
semana (7 días, 1/4 de translación de la Luna) y el
mes (29.5 días, el tiempo que tarda la luna en verse con la misma fase, aunque en realidad la Luna ya ha dado más de una vuelta a la Tierra, pues sólo necesita 27.3 días para hacerlo). ¡La Astronomía está más metida en nuestra vida y en nuestra propia cultura de lo que a veces nos damos cuenta!
Ah, yo desgraciadamente me perderé el eclipse de luna de esta noche... Aunque se
vería bien desde Sydney (la fase total termina justo al amanecer)... ¡llevan 5 días sin parar de llover, y esta madrugada va a seguir igual! Me levantaré hacia las 3 de la madrugada
por si las moscas pero el frío (recuerdo que aquí ya estamos en pleno invierno) y la lluvia, más la somnolencia propia de las horas intempestivas, creo me mandarán rápido a la cama...
Addendum pocos minutos después: Si queréis saber a qué se deben los colores rojizos de la Luna durante un eclipse lunar,
Miguel Santander lo explica muy bien
en esta nueva entrada de su blog.
(*) Estrictamente hablando, la Física nos enseña que ambos cuerpos, la Tierra y la Luna, giran alrededor de un
centro de masas común. Como la Luna no es
desproporcionadamente pequeña en comparación con la Tierra, pues sólo tiene el 13% de la masa de nuestro planeta, el centro de masas del sistema Tierra-Luna no está muy cerca del centro del planeta, como sucede en otros casos (por ejemplo, cualquier satélite de Júpiter alrededor de éste, que es un objeto muy masivo), pero en cualquier caso debe estar dentro de la Tierra y no en el espacio entre ambos (como sucede con Plutón y Caronte). Un
rápido ejercicio de Física elemental llevaría a encontrar que el centro de masas del Sistema Tierra-Luna está a menos de 2000 km bajo la superficie terrestre, en concreto a unos 4670 km del centro de la Tierra. En el
enlace que os indicaba antes tenéis una animación muy clara de cómo sucede esto.