Cambiando completamente de tema, a través del blog vecino
Reflexiones e irreflexiones encuentro la explicación (que ya me la debería de haber imaginado) de la bajada de comentarios por estos lares y del enorme cambio que está experimentando internet:
La Web y el Microsite han muerto. Viva el Social Media.. Ah, si preguntas, aunque tengo cuenta de Facebook,
no lo uso porque no me gusta, al igual que
no me terminan de convencer las redes sociales: tienen cosas buenas, pero creo se están pasando de madre, sobre todo por la enorme pérdida de intimidad, por ejemplo, que tus colegas te pongan fotos en las que sales para morirte y luego las vean tus jefes, ojo, que a mí no me ha pasado. Otra cosa es la ENORME cantidad de tiempo que uno invierte, sobre todo si tiene que responder a todas las
chorradas que te mandan masivamente, desde jueguecitos a solicitudes de apadrinamiento de gatos sin rabo, por decir algo. Muchas empresas ya están prohibiendo el acceso, porque de verdad que hace bajar la productividad una barbaridad. Y uno no es mejor porque tenga más amigos, mis amigos de verdad... bueno, os debo un mail, lo sé... pero lo que quiero decir es que a mis amigos de verdad me los llevo de cervezas o de barbacoa a casa, o que me humillen vil y miserablemente con la consola. Pero, como digo, la idea sin abuso estaría bien para estar en contacto con amigos y conocidos que viven en otro país. Sin abuso. Así que ya sabéis, si me mandáis comentarios o un correo electrónico por ahí, difícil tenéis que os responda, sobre todo porque sólo lo suelo mirar en esas noches largas de
astrónomo de soporte. Gracias por vuestra comprensión. Yo seguiré por aquí.
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De: Manolis P. |
Fecha: 2009-11-27 18:02 |
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Hombre, qué quieres que te diga, bien usadas tienen sustanciosas ventajas.
Por ejemplo, tú te hiciste un blog y gracias a dios te pudimos seguir la pista aún en las antípodas, pero hay gente que no tiene ni web personal ni blog, y con la que puedes seguir en contacto a través del "feisbuc".
Lo del gato sin rabo, pues sí, es una puta mierda, pero qué le vamos a hacer. Ya sé que es mucho más divertido apadrinar un gato de verdad y luego cortarle tú el rabo (¡toma puñalada kaz!), pero si lo piensas bien es como el correo electrónico: hay quien lo usa bien, y hay quien te manda setecientos correos que hablan de una niña rumana con una teta en la nuca que se curará milagrosamente si le reenvías el email a toda tu lista de contactos.
Al final internet, como muchas cosas en la vida, es lo que entre todos queramos que sea. Hasta que te dejes caer por la península y nos vayamos de cervezas o a que te humille vilmente con la consola, un abrazo amigo.
P.D.: Anoche salimos a cenar Javi, Laura y yo, e inexplicablemente, a la hora de hacer las cuentas... ¡¡TE DEBÍAMOS DINERO!!
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