En principio, no parece nada demasiado espectacular: una galaxia espiral sobre la que parece observarse
otra cosa (¿otra galaxia?). Efectivamente, de eso se trata, pero hay que echarle otro pensamiento y
leer lo que se explica en la nota de prensa para captar las curiosidades de la imagen.
El objeto recibe el
peculiar nombre de
2MASX J00482185-2507365. Como vemos, son en verdad dos galaxias, una espiral grande, cuyo tamaño es parecido al de nuestra Vía Láctea, y otra galaxia espiral enana superpuesta sobre la primera. La imagen, captada por la
Advanced Camera for Surveys (ACS) a bordo del HST, tiene una resolución espacial enorme: 0.05 segundos de arco por píxel. En realidad, 2MASX J00482185-2507365 es un objeto pequeño (escasos 30 segundos de arco de tamaño angular) que se observa
de fondo sobre la galaxia espiral cercana
NGC 253, en la constelación del Sculptor. En efecto, la mayoría de las estrellas que se ven en la imagen
pertenecen a NGC 253 y no a la Vía Láctea. El
centro de NGC 253 estaría hacia la derecha de la imagen. Observaciones desde tierra muestran 2MASX J00482185-2507365 como un único manchón borroso. Precisamente, fueron unas observaciones coordinadas por la astrónoma
Julianne Dalcanton dirigidas al estudio de estrellas individuales en galaxias cercanas (projecto
The ACS Nearby Galaxy Survey, ANGST) las que han llamado la atención sobre este sistema. El resultado del análisis de este objeto, además de la nota de prensa, es la publicación de
este artículo científico en la revista
Astronomical Journal.
Como claramente se aprecia en la imagen, la silueta de la galaxia pequeña contonea perfectamente la galaxia espiral grande de fondo. Esto es consecuencia del polvo existente en el disco de la galaxia en primer plano, que se extiende más allá de su disco de luz, algo poco observado en galaxias espirales. Siempre se ha pensado que el polvo se encuentra
donde están las estrellas y no más extenso, como ocurre con la componente de
gas neutro. Pero normalmente vemos las galaxias sobre el fondo negro del espacio, siendo imposible el observar la
extinción del polvo en estos casos. Pero esta imagen muestra justo eso: polvo extendido más allá de la componente estelar de las galaxias. ¿Es esto común? En el estudio también se analiza el modelado de la componente de polvo de las galaxias que, como vemos, puede que no sea tan sencillo como se pensaba.
Todos estos datos sobre la
extinción (la absorción de la luz) y el
enrojecimiento (se absorben de forma más efectiva los colores azules que los rojos) son de vital importancia para conocer no sólo la distancia a una galaxia, sino sus poblaciones estelares (proporción entre estrellas jóvenes, intermedias y viejas), el ritmo de formación estelar (cuántas estrellas se forman al año), y precisar su evolución.
La galaxia grande se encuentra a unos 780 millones de años luz de distancia. No se ha podido estimar la distancia a la galaxia más pequeña, aunque se cree que no está muy lejos de la primera, siendo unas 10 veces más pequeña.