La verdad, habría mucho que comentar sobre un calendario de este tipo, aunque he dejado una buena nota al pie en la figura. Las dos cosas más importante que quiero resaltar son las siguientes: primero, que
las observaciones comienzan y terminan independientemente de la hora del día, y segundo, cuál es el horario que más se usa en radioastronomía: el
Tiempo Sidéreo Local (LST,
Local Sidereal Time), porque nos indica exactamente cuándo es el mejor momento para observar un objeto en una posición determinada del cielo.
Muchos de vosotros sabéis que las coordenadas en el cielo son la
Declinación (que es equivalente a la
latitud en la esfera terrestre, siendo su escala de -90º en el Polo Sur a 90º en el Polo Norte) y la
Ascensión Recta (
Right Ascension, mal traducida en alguna película como
Ascensión Derecha), que es similar a la
longitud terrestre. Lo que ocurre es que, mientras la longitud se mide en grados (180º al Este o al Oeste del meridiano de Greenwich/] la Ascensión Recta se mide en
horas, en 24 horas en total, cumpliendo así una función de
reloj. De esta forma, se define el
Tiempo Sidéreo Local (LST) como la coordenada en Ascensión Recta que está culminando (=pasando por su punto más alto en el cielo, cruzando el meridiano) en un instante determinado. Un objeto con coordenadas en Ascensión Recta de 12 horas 33 minutos culminará (y por tanto será mejor visible) justo a las 12:33 LST de
cada día.
El
problemilla es que el
Tiempo Sidéreo Local a una hora determinada en nuestro horario
depende del día del año: se va
moviendo casi 4 minutos por día (3m 56s, si haces las cuentas, te saldrá que ese desfase es de 24 horas en 365 días). Así que debes calcularlo (o tenerlo en cuenta) a la hora de planificar tus observaciones. Es cierto que el Tiempo Sidéreo Local también se usa en Astronomía óptica, pero es mucho más importante tenerlo en cuenta en radioastronomía porque
se observa las veinticuatro horas del día y no de sol a sol.
Así es, la vida de un radioastrónomo en el observatorio puede ser bastante
movida o
salteada: duermes poco (o mucho depende del día), llamas al desayuno la cena y a la cena el almuerzo, pierdes la cuenta de los cafés que te has tomado e incluso, con eso de usar tres horarios distintos, ni sabes en qué día vives. Todo esto me ha pasado a mí en la última semana, cuando he estado observando tanto para mi proyecto (C1577) como para el
Proyecto LVHIS (C1341). Si os fijáis, he tenido sesiones de observación largas, teniendo que mover cada día mis horas de sueño cada vez más tarde, tanto es así que
he perdido una noche completa de sueño desde que estoy aquí. Lo más gordo, la sesión de observación empezando el viernes 2 a las 16:00 hora local y terminando el sábado 3 a las 15:30 hora local y que, además,
coincidían con otras observaciones ópticas en La Palma y Chile. Porque llega un momento en el que caes en la cuenta de que eres una persona
normal y que
necesitas dormir y descansar de vez en cuando...
Y aquí lo dejo que me pierdo otra puesta de sol.