A primer golpe de vista, a un astrónomo aficionado le puede parecer que esta imagen es una más de las muchas que se obtuvieron de la pasada oposición de Marte, en verano del año pasado. Pero que no te engañen los colores, falsos colores concretamente, porque en realidad se trata de una combinación de tres imágenes a distintas longitudes de onda del infrarrojo cercano (colores más rojos que nuestro rojo) de Titán, el mayor satélite que orbita a Saturno.

Puede que la noticia astronómica más importante de los últimos días sea la llegada de la sonda Cassini-Huygens al Saturno, toda una odisea espacial. Lanzada en octubre de 1997, tras siete años de viaje y varios sobrevuelos cercanos a Venus, la Tierra y Júpiter, atravesó el peligroso sistema de anillos de Saturno el pasado 1 de julio, en una arriesgada maniobra que concluyó con la captura gravitatoria de la sonda por el gigante gaseoso. Desde entonces, está proporcionando impresionantes fotografías de su nuevo hogar: las nubes de Saturno, los anillos y los satélites.

No voy a repetir aquí lo que ya algunos compañeros han redactado mejor que yo, por lo que os recomiendo consultéis, en especial, los artículos de Víctor Ruiz en Infoastro y de Pedro León en Sondas Espaciales. Pero sí comentaré algunas cosillas sobre las nuevas imágenes de Titán, tomadas el 3 de julio a 340 000 km de la superficie.

Ya he dicho que se trata de una imagen en falso color tomada en infrarrojo cercano. En concreto, las áreas amarillas corresponden a regiones ricas en hidrocarburos mientras que las verdes representan a las zonas con mayor cantidad de agua congelada. Envolviendo a Titán aparece una neblina blanquecina, principalmente metano, de la atmósfera del satélite (por cierto, me cuesta escribir satélite porque Titán podría ser un planeta hecho y derecho, es más grande que Mercurio desde luego, sólo el estar orbitando alrededor de Saturno lo baja de categoría). No obstante, en este artículo de Infoastro, Víctor comenta que este primerísimo aperitivo de Titán está echando por tierra la teoría principal que se tenía sobre su composición, y que las zonas más brillantes (más amarillas en la imagen) podían estar constituidas por una mezcla de agua con componentes orgánicos en lugar de sólo hidrocarburos. Además, se señalaba los cambios en las nubes durante las cinco horas que la cámara de la Cassini estuvo apuntando a Titán.

Por otro lado, las imágenes también han servido para hacer un primer análisis de la superficie del satélite, que muestra estructuras alargadas, curvas e incluso algún cráter de impacto. Algunos científicos (geólogos planetarios) han sugerido que Titán incluso pueda ser hoy día geológicamente activo.

Precisamente, la Cassini lleva un invitado especial a bordo, la sonda Huygens (construida íntegramente por la ESA), diseñado expresamente para analizar la atmósfera de Titán. Será lanzada en enero del próximo año y se espera que proporcione luz sobre este misterioso satélite, en cuya atmósfera pueden hallarse pruebas vitales sobre el inicio de la vida en nuestro planeta. Y no porque vengamos de Titán, sino porque puede que su densa atmósfera actual sea muy parecida a la que se cree tuvo nuestro planeta cuando nació la vida, hace 4000 millones de años.